¿Cuántas veces has tenido ganas de batirte en duelo con el “amigo” que te lo está poniendo difícil en la partida? Este juego te abre la puerta a las batallas más divertidas y épicas de tus quedadas.
Pero, sobre todo, no llegues tarde a la explicación y con la mesa preparada, este tipo de actitudes te pueden costar demasiado caras… al fin y al cabo, Tampoco Somos Tan Amigos.
Hazte con todas las fichas que puedas, tanto consiguiéndolas como robándolas. No tengas compasión, el resto de jugadores harán todo lo necesario para conseguirlas también, ya que las necesitaréis para ganar la partida. ¡Ten mucho cuidado! Desde que consigas alguna ficha de otro jugador podrás sentir la avaricia apoderarse de ti. ¿Demostrarás que el fin no justifica los medios para hacerte con ellas?
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